Sin pisar la cocina | Relato | RqR Escritores


RqR Escritores BLog_Relato_África
África arde como el asfalto de mi gran ciudad los viernes por la noche cuando se llena de pollas y coños pidiendo guerra. África arde y se preguntan si deberíamos ir a apagar el fuego. Corre el año 1996, por decir algo.

Los niños negros matan a otros niños negros y su jefe compra pistolitas en Suiza mientras su mujer termina un cursillo de protocolo e inicia una estricta dieta de adelgazamiento. En el hotel se meten unas rayas y al casino que les ha sobrado calderilla ese día.

En su país cuatro pirados solidarios dejan su piel curando con aspirinas caducadas las heridas de cañón. Son la conciencia de Occidente pero su casa está en el Sur. Allí la televisión no bombardea con imágenes de jodidos muertos pudriéndose a la hora de la cena porque sería como sacar aquí el mercado de Chamartín a las doce de la mañana con las señoras arreglando el mundo a gritos. Es su pan de cada día y están hartos de que otros se lo coman.

Los niños blancos rompen sus huchas y entregan todos sus ahorros a un banco que les promete ayudar a los niños negros aunque en realidad utiliza ese dinero para pagar favores políticos y la rueda sigue girando pille a quien pille.

El avión aterriza con mantas para aliviar el calor tropical, comida precocinada especial para microondas y arroz para paella. Nosotros lloramos pero cerramos las puertas de nuestras fronteras y la pasma pide la papela a los negratas de la Puerta del Sol solo por mirarles con miedo cuando patrullan las calles con la pipa en el cinto como si fueran los guardianes del centeno. A nadie le gustaría que un pobre se colase en su mesa el día de Navidad salvo para la foto en la cocina, en la puerta de la cocina, sin pisar la cocina.

En misa denuncian el maltrato a cuatro misioneros muertos y nadie pregunta por el millón mutilado a mordiscos. Como no son creyentes dios no les acepta en su selecto club de golf así que terminan a mi lado como si no hubiera pasado nada aunque no tienen ojos y las manos se las han cosido a la altura de las orejas.

Cuentan las balas en su último aliento, se acuerdan de la madre que parió al padre de la revolución y se van. Hacía mucho que no lloraba, creo que es la primera vez que un muerto llora.

A última hora llegan unos soldaditos embutidos en trajes espaciales y fumigan los campos, reparten chocolatinas y se vuelven antes de que empiece la final de fútbol.

Las fotos de los periódicos cambian de escenario y África arde como el asfalto de mi gran ciudad. El resto son unos cuantos renglones de algún informe oficial perdido en un archivo. La democracia ha triunfado y todos somos más libres. Los negros ya no se matan porque están muertos. En mis brazos sujeto el brazo de una niña. Lo importante es que el Real Madrid ganó el partido.

_____________
RqR Escritores