Zambo | Crónica-ficción | RqR Escritores


La plantilla al completo de la selección brasileña ya había salido del vestuario y se dirigía hacia la zona de prensa para atender a los medios. Manuel Francisco dos Santos, autor del gol que a la postre serviría para alcanzar la final del Mundial de Chile 1962, era el último en desfilar a sabiendas de que sería el más requerido por ese tanto y por el juego desplegado junto a Pelé en la zona de ataque. Estaba acostumbrado a ese tipo de atención compartida con el astro futbolero y se resignaba a padecerla. Los periodistas le llamaron por su apodo, ¡Garrincha!, y él agachó la cabeza mientras palpaba los bolsillos delanteros de su pantalón. 

Insistieron para obtener sus primeras declaraciones pero sin mediar palabra el gran Mané, el ángel de las piernas torcidas, se giró y regreso a las taquillas solo. Cerró la puerta una vez dentro y apoyado sobre esta prendió con ansia un cigarrillo arrugado que escondía entre la ropa de la bolsa que colgaba de su hombro. Adicto desde los diez años al tabaco prometió a sus catorce hijos que lo dejaría si la federación lo convocaba para ese campeonato. No fue capaz de cumplir su palabra.

Extrajo también una petaca de acero que contenía aguardiente y se echó un trago largo al coleto. Las manos y piernas dejaron de temblar. Salió de nuevo y se mostró encantador y agradecido y bromista con aquellos que aún le aguardaban para entrevistarle. Después subió al autobús y se sentó junto al utillero del equipo, el encargado de suministrarle a hurtadillas la gasolina.

Una semana más tarde la canarinha se proclamaría campeona del mundo y Garrincha fue nombrado jugador más valioso del torneo. Solo una persona intuyó que había disputado el encuentro borracho perdido, genial como siempre.

"La alegría del pueblo", "el zambo de oro" titularon los grandes diarios. El mejor socio de Pelé aguantó como pudo este chaparrón de celebridad y pleitesía. El utillero hizo bien su trabajo.

Garrincha, el gran Garrincha, murió en 1982 rodeado de miseria, alcoholizado, enfermo y solo. Como en aquel vestuario veinte años antes. Por entonces comenzaba a despuntar el Pelusa argentino, Diego Armando Maradona, quizá su heredero más fiel dentro y fuera de la cancha. 

Garrincha es el nombre de un pájaro (Troglodytes musculus) que vive en las selvas del Mato Grosso, en Brasil. Dicha ave es fea, pero al mismo tiempo increíblemente veloz y torpe, por lo que suele ser cazada con mucha facilidad-.

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